Bienvenido a esta sala que alguna vez fue la oficina del jefe de estación. Hoy la memoria se respira aquí con otros rostros y otras voces, pero aún queda la huella de lo que fue un espacio de mando y organización ferroviaria. Ahora, convertido en sala de exposiciones, su función sigue siendo la de reunirnos en torno a algo importante: la historia y el arte.
Soy Raúl Alvarado Bassay, fotógrafo de Los Lagos. Durante años recorrí la comuna con mi cámara, pero también con los ojos atentos a la memoria de los demás. Muchas de las imágenes que conservo no son mías, sino que fueron donadas por familias que confiaron en mí para resguardar su historia.
Entre los objetos que guardamos aquí, destaca un telar mecanizado de principios del siglo XX. Fue distribuido por la empresa A. Jacob y Cía., con asiento en Valparaíso. Esta pieza, que perteneció a varias generaciones, fue donada por Gladys Rivera, antigua residente de Pichirropulli. Es un testimonio de cómo el trabajo textil acompañó la vida cotidiana de tantas familias de Los Lagos.
Mi nombre es Valentín Navarro Hermosilla. Empecé a cortar el pelo cuando era apenas un niño, dicen que a los doce años ya atendía a mis primeros clientes. Pasaron los años y mi peluquería se volvió un lugar de encuentro en Los Lagos, donde más que cortes se compartían historias, consejos y risas. Un diario nacional alguna vez me llamó el peluquero más longevo de Chile, pero lo que más valoro no es ese título, sino el cariño de mi gente, que me ha acompañado toda la vida.